HÉROES FRACASADOS EN EL CINE NEGRO: THE BIG SLEEP[AL BORDE DEL ABISMO] (1946)
PAUL WERNER
Entre las dos y las tres de la mañana. En el muelle del Lido el infierno se ha desatado. Las luces se reflejan en el asfalto aún mojado por la lluvia. Un par de curiosos despistados, la policía desarrolla febril actividad. Una grúa, resoplando fuertemente, extrae un abollado Packard del agua. Desde un bote unos hombres miran la acción. En una camilla yace un cadáver semicubierto, que acaba de ser sacado del agua. Un hombre de aspecto duro y pequeño, con sombrero e impermeable, camina por el lugar, junto a un impleado policial: Philip Marlowe, detective privado. La identitad del muerto ya ésta comprobada: se trata de Owen Taylor, el chofer de los Sternwood. También se conoce la causa de su muerte: el hombre simplemente se ha desnucado. Puede ser un accidente el acelerador de mano está medio salido.
Cuando el director Howard Hawks filmó esta escena de The big sleep, hacia fines de 1940, en Burbank, territorio de los hermanos Warner, surgió la pregunta acerca del culpable de la muerte del hombre. Hawks dio un nombre; Humphrey Bogart, que representaba el detective privado, apostó por otro. Durante algún tiempo se discutió la posibilidad de que Owen Taylor se hubiera suicidado. Sólo William Faulkner, coautor del guión, se negó a participar en tales especulaciones.
Para acabar con las conjeturas, Hawks decidió mandar un telegrama a Raymond Chandler (sobre cuyo costo de 70 centavos se burlaría más tarde el jefe del estudio, Jack L. Warner). Como autor de la novela que iba a ser filmada, él debía tener la respuesta. Chandler hojeó un poco en su libro y luego dijo: "Maldición, yo mismo no lo sé."
bitte weiterlesen in Cien años de cine. Vol. 3: 1945-1960. (Comp. Werner Faulstich y Helmut Korte - trad. de Celia Bulit). México/Madrid 1995: siglo ventiuno editores. pp 65-89